Alegrías. Las barritas energéticas elaboradas con amaranto, nueces o semillas de calabaza fueron los primeros dulces elaborados en México. Son hechas principalmente con semillas de amaranto, miel y azúcar. La alegría es el único dulce que se considera “ancestral” pues ha existido desde hace mucho tiempo, se le conoce con ese nombre debido a que fue la “alegría de poder rescatar los sabores dulces”. 

Palanquetas. Elaboradas con una base de caramelo a la que se añaden semillas como cacahuates y nueces, endurecidas y cortadas en rectángulos. Sin embargo, hoy en día existen seis diferentes variaciones entre las cuales destacan la palanqueta de plátano, de ajonjolí y la de chocolate.

Cocadas. Un sabor diferente que brindarle al coco, usando ingredientes extra como azúcar, jerez y yemas de huevo y horneadas a fuego bajo permitiendo que cada ingrediente se conozca entre sí, obtenemos ese pequeño y delicioso dulce.

Ate. Procede de la pulpa del membrillo. Se hierve con azúcar hasta obtener una consistencia de gelatina, dando como resultado un sabor exquisito e inigualable.

Glorias. Para prepararlas se emplea leche de cabra, azúcar, miel de maíz y nuez pecana, para después envolverse en el clásico papel celofán rojo. 

Tarugos. Estos dulces no tan dulces, son elaborados a base de pulpa de tamarindo con un toque de ácido cítrico que lo hacen único por su explosión de sabores.